Pasamos una semana igual, nos juntavamos en el centro pasábamos a comer algo y luego nos comíamos en su casa, después llamaba un taxi y a mi casa.
Hasta aquel viernes después de 7 días, cuando me pidió que nos juntemos en el parque forestal, ya que tenía algo importante...
Nos sentamos en una banca y me dice: "voy a darle una oportunidad a mi ex" y yo que pensaba quería pedirme pololeo, mis revoluciones llegaron a 0. Había pasado de una semana increíble a una semana de nada y sentirme solo.
Después de escuchar sus palabras solo me bloquee y no entendía nada, debí desaparecer pero era como sí mi vida se congeló y la felicidad también.
Pero el no quería perder el contacto conmigo a lo cual dije las palabras que me han costado caro hasta el día de hoy " Yo, no soy segunda opción de nadie". Tome lo único ke me quedaba, mi dignidad y me fui.
Ya la mañana siguiente en mi celular un mensaje "te extraño...", como si yo fui el imbécil que sentía la obligación de darle una oportunidad a mi ex.
Noche gris, fría y con soledad.
Ese fin de semana me llama y me dice que me extraña que su ex ya no le produce nada, excepto lástima, como si yo fuera el terapeuta, cuando sentía más mal en mi vida aparece en el video chat Enrique, un lindo joven profesor de historia con cara de pena, le conté lo ocurrido y me dice vamos al coppelia de providencia mañana, y charlamos de lo ocurrido en nuestras vidas.
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